sábado, 24 de marzo de 2012

Serme companía

Ésta noche quiero estar sentada en un bar con puertas azules
pedirle al mozo una copa de vino
no esperar a nadie
esperarme a mi, que de seguro voy a llegar tarde, con mi vestido a cuadros
y las zapatillas más gastadas que ayer
Brindar por mi salud mental, y por mis miedos
darme un beso en la mejilla y correrme la silla antes de sentarme, para demostrarme cortesía.
Hablar del clima, porque no creo que tengamos un tema mejor del que hablar
decirme que las cosas cambian y desearme esa suerte con lujuriosa convicción.
De repente ver que empiezo a llorar
con enormes ganas de reir,
no voy a hacer más que mirarme con lástima de abuela,
sin levantarme de mi silla para ir a abrazarme.
Que se acerque el mozo y me traiga una caja con pañuelos, y no poder agradecerle
porque verme llorar así, me destrozaría el cuerpo
como clavándome todas las uñas en carne viva.
Voy a usar todos los pañuelos, entre lágrimas y mocos
 sentirme borracha y empezar a cantar tangos
probablemente entre "...como cambian las cosas los años" me saco algo de ropa
y bailo sobre la mesa.
El mozo quizá vuelva y me pida que me retire del bar.
Salgo con pasos acelerados y sigo cantando por la calle,
hasta toparme con mi sobra en la pared y ver que estoy tan sola, ni siquiera acompañandome a respirar.
Porque no vine al bar, y me esperé hasta las dos de la mañana en casa entre papeles y café, comiendome las uñas sin poder quitarme el pijama.



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Susurrá a mis ojos que quieren leer...