lunes, 9 de julio de 2012

Los no amantes del triángulo otoñal

Día 1. (él):
-Tengo que decírtelo. Me gustás mucho.
-(no puedo responder, estoy borracha y no funciona ya mi lengua, pero no imaginás cuánto me gusta cuando te sonreís así)
-¿No me vas a responder nada?
-No puedo.

Día fin. (ella): Un  viaje más escalofriante que la noche y por último, fumar escuchando los instrumentos de viento, temblando de miedo a que te conviertas en Otto, y yo no tener más remedio que ser Ana.

Porque así es como viven las Ana y los Otto, yéndose a buscar no sé que cosa, estirando la linea elástica jugando a que se corta. Como cuando tu pelo era rubio y yo me quedaba dormida mirando tus fotos un poco en tu colchón, y otro poco en el mío.

(el resto  lo guardo en un papelito que robamos del bar. 

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