lunes, 8 de octubre de 2012

Zapato frío.

El eructo de las lentejas de ayer te da miedo
tanto que te haces pis en la cama
te meás hasta los tobillos. 
Amarillas tu piernas quedan seis días
por tu miedo a la lluvia.
Los ojos se me agrandan cuando me mirás
tanto que se salen de mi cabeza sumergidos en mocos,
la naríz desaparece, mi boca tiene pus.
Y me tenés miedo. 
A tu mamá le tenés miedo.
Pobre señora que sólo quería cocinar mondongo para vos,
con velas y vinos. 
Le tenés al vino miedo. 
Hasta gritás con el ruido de tus pedos.
Le tenés miedo a las sábanas.
No existen los monstruos, decís.
Y se te retuercen las tripas cuando 
en medio de la habitación con las luces apagadas, 
pisás uno de tus zapatos.
Tu mayor miedo
tu mayor
tú. 

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